La voz que acaba de escuchar es la del infame asesino del torniquete que operaba en Houston. Afirmaba haber atacado a más de 60 niñas utilizando su arma distintiva: una ligadura improvisada, más conocida como torniquete.

A medida que su lista de víctimas se acumulaba, el pánico en la comunidad alcanzó nuevas alturas. Mucha gente tomó precauciones adicionales para proteger a sus hijos. Pero Anthony Shore, un padre soltero que criaba a sus dos hijas, se rindió por completo a la paranoia.

• “Mi hermano dejó a sus niñas en casa, encerradas en la casa, y simplemente lo están desestimando.”

Anthony tenía una muy buena reputación en la comunidad y muchos lo elogiaron por mostrar tal resolución en medio del caos. Pero con el paso de los años, Anthony se reveló mucho más peligroso de lo que parecía.

• “Cuanto más tiempo vivíamos con él, más miedo teníamos.”

A medida que cada uno de los ataques del asesino del torniquete se acercaba más a su casa, Anthony sacó a las niñas de la escuela, cerró con clavos sus puertas y ventanas, y atrapó a sus hijas, Tiffany y Amber, dentro de su casa.

• “Nos atrincheraba en la casa para que no pudiéramos irnos. Estábamos 100% encerradas.”

Además de eso, el propio Anthony se volvió inestable, a menudo desapareciendo en medio de la noche. Pero Tiffany se negó a guardar silencio. En cambio, confrontó a su padre y luego jugó un papel fundamental para llevar al asesino del torniquete ante la justicia.

El Comienzo del Terror

En la ciudad de Houston, Tiffany y su hermana mayor Amber, viven una vida acogedora con sus padres, Anthony y Gina. Anthony es un músico conocido que toca en varias bandas de jazz locales. A pesar de su trabajo diario como reparador de líneas terrestres y su carrera musical, se las arregla para pasar mucho tiempo con sus dos hijas pequeñas.

• “Íbamos a la Feria del Renacimiento o hacíamos arte o simplemente siempre algo divertido.”

Pero detrás de esa fachada perfecta, el matrimonio de Anthony y Gina se desmorona. Finalmente, ella conoce a alguien más y solicita el divorcio, dándole a él la custodia total de las niñas.

Pero sin que Tiffany lo supiera, algo siniestro acechaba en el vecindario. En los últimos años, dos niñas habían sido asesinadas cerca de su casa.

Jueves, 26 de septiembre de 1986. Laurie Tremblay, de 14 años, de Central Houston, desaparece. Al día siguiente, la policía descubre su cuerpo.

• “Laurie Trembly fue encontrada en el estacionamiento de un restaurante detrás del contenedor de basura y había sido estrangulada hasta la muerte.”

La única evidencia que tienen es la causa de su muerte: impresiones de las articulaciones de los nudillos y marcas de ligadura alrededor de su cuello sugieren que fue estrangulada con una cuerda o cordón. El caso se enfría rápidamente.

Jueves, 16 de abril de 1992, alrededor de las 10:00 a.m. Un repartidor encuentra un cuerpo muerto junto al servicio de autoservicio de un Dairy Queen en West Houston.

• “Detectives de la división de homicidios del Departamento de Policía de Houston son inmediatamente enviados a la escena.”

El examen del cuerpo revela evidencia visible de agresión sexual. Además, se encuentra un objeto incrustado en el cuello de la víctima: un torniquete improvisado.

• “Esto no fue una especie de impulso de agarrar a alguien por la garganta y estrangularla. Alguien puso algo de pensamiento y esfuerzo en esto.”

Se toman muestras de ADN, incluido el recorte de uñas de la víctima, Maria Del Carmen Estrada, para su uso posterior.

La muerte de María, estrangulada con un torniquete, y un aumento general del crimen en el área ponen a la comunidad en alerta.

El Padre Amedrentador

Los Shore no son una excepción. Sin embargo, Anthony se excede en la forma en que intenta proteger a sus hijas.

• “Básicamente estaba convencido de que no nos pasaría nada malo si estábamos encerradas dentro de la casa. Clavó las ventanas de nuestra habitación… y no salgan porque alguien podría secuestrarlas.”

A medida que la situación empeora fuera de la casa, también lo hace la relación de Anthony con sus hijas. Se vuelve cada vez más controlador y manipulador.

• “Nuestro cabello tenía que verse de una manera particular y nuestra apariencia tenía que ser impecable y perfecta todo el tiempo… Todo era como un espectáculo, pero si no salía como él lo había planeado, entonces se desataba el infierno y todos sufrían en la casa por ello.”

Unos meses después, el vecindario es golpeado por dos crímenes más:

1. Un hombre enmascarado ataca a Selma Janske, de 14 años, en su casa. Él la ata con cinta adhesiva y la agrede sexualmente. La policía no conecta este incidente porque ella sobrevive, lo que es “completamente fuera del modus operandi (MO)”.

2. Domingo, 7 de agosto de 1994. Diana Rebollar, de 9 años, desaparece después de ir a comprar azúcar.

Poco después de la medianoche, se encuentra el cuerpo de Diana en un almacén abandonado. La unidad forense nota de inmediato algo anómalo: otro torniquete improvisado está enredado en su cuello.

Los detectives comienzan a atar cabos: los asesinatos de Diana y María probablemente fueron cometidos por el mismo individuo.

El Abuso Doméstico y el Torniquete

A medida que la paranoia de Anthony alcanza nuevos extremos, las niñas tienen prohibido salir. En casa, juegan un juego llamado “Pretend Rock Band”. Anthony las viste con disfraces sugerentes y las anima a bailar. A solo 10 años, las niñas no se dan cuenta de que su padre tiene motivos ocultos.

• “Estaba muy involucrado en nuestros momentos de disfraces. Le gustaba ponernos trajes que eran muy sugerentes y mi papá definitivamente siempre estaba mirando en algún lugar.”

Otra de las “tradiciones familiares” de Anthony es el chocolate caliente nocturno.

• “Mi hermana nos dijo todo el tiempo: ‘No bebas el chocolate caliente, sabe raro’. Y sí sabía raro. Lo recuerdo. Pero no pensé nada al respecto. Pensé que era un chocolate caliente barato y desagradable.”

• “Lo siguiente que sabes es que es de mañana. Estábamos siendo drogadas.”

Anthony comienza a darle chocolate caliente a Tiffany con más frecuencia. Una noche, ella se despierta aterrorizada.

• “Estaba entrando y saliendo de la conciencia. Recuerdo despertar con eso sucediendo… que estaba totalmente desnuda y que él estaba haciendo cosas, y fingí estar dormida porque tenía miedo.”

Tiffany está demasiado asustada y avergonzada para contarle a su hermana sobre el abuso casi diario.

Viernes, 14 de julio de 1995. Barbara Robertson, editora de una estación de noticias local, recibe una llamada anónima.

• “Le dije: ‘KPRC, ¿cómo puedo ayudarte?’ Sus primeras palabras fueron: ‘Tengo un dato para ti. Hay un asesino en serie suelto’.”

En una conversación de 37 minutos, la persona que llama da detalles completos sobre cómo se colocó un cuerpo.

• “Le dije: ‘Tú eres el asesino’. Y colgó.”

La policía sigue la dirección y localizan un cuerpo. El equipo forense encuentra dos pruebas: un torniquete casero incrustado en el cuello de la víctima y un juego de anillos. La víctima es identificada como Dana Sanchez, de 16 años, que había sido declarada desaparecida.

Con este caso, el MO del asesino finalmente queda claro. Se forma un grupo de trabajo para reabrir todos los casos, dándose cuenta de que probablemente tienen un asesino en serie suelto.

La Confesión, el ADN y la Justicia

Dos años después, la novia de Anthony se muda y él quiere que las niñas se vayan de la casa durante el verano. Le pide a su hermana, Gina Shore, que las lleve a la casa de su madre en California. Gina aprovecha la oportunidad, ya que sabe que algo anda mal. Ella ya lo había denunciado a CPS dos veces.

• “Él era un poco más cariñoso con sus hijas de lo que yo pensaba que debería estar haciendo.”

• En 1995, lo encontró con las ventanas clavadas y las niñas encerradas sin niñera.

Anthony siempre engañó a la CPS.

• “Es muy carismático. Era muy encantador y muy persuasivo. Y CPS hizo la vista gorda.”

De vuelta en California, Gina intenta que las niñas se sinceren. Un día, a finales del verano, Gina le hace casualmente una pregunta a Tiffany.

• “Tiffany se puso blanca como una sábana, comenzó a llorar a gritos y comenzó a contarme todas las cosas que mi hermano le había estado haciendo. Había estado abusando de ella.”

Gina y su abuela, Deanna, contactan a las autoridades y presentan cargos contra Anthony. Pero una vez más, el sistema les falla. Anthony debe registrarse como delincuente sexual y proporcionar una muestra de su ADN, sin tiempo de cárcel.

• “Nosotras nos sentimos como si no hubiera sentido de justicia en el sistema. Todas estábamos realmente enojadas y también preocupadas de nuevo de que saliera y tomara represalias.”

Cinco años después, el Departamento del Sheriff de Harris decide reabrir los casos del asesino del torniquete una vez más, centrándose en Maria Del Carmen Estrada, la única víctima que fue encontrada con ADN desconocido en sus uñas.

• “Durante un asalto, especialmente con una mujer, es común luchar y arañar, lo que resulta en piel o sangre debajo de las uñas.”

Jueves, 16 de octubre de 2003. Se produce un gran avance.

• “Sorprendentemente, hay una coincidencia, y es un hombre en Houston.”

• El perfil de ADN de las uñas de Maria coincide con el perfil de ADN de las muestras de Anthony Shore.

Anthony es arrestado de inmediato y confiesa todo, llenando incluso el vacío sobre Laurie Trembly, su primera víctima, a quien la policía nunca asoció con el asesino del torniquete.

• “Confesó con calma los asesinatos de Maria, Lori, Dana y Diana, y luego también confesó la violación de la niña de 14 años.”

Mientras esto sucede, Tiffany, ahora de 18 años, recibe una llamada de Amber.

• “Contesto el teléfono, y le dije: ‘Hola’. Y ella me dijo: ‘Oye, papá es un asesino en serie’.”

Tiffany vuela de regreso a Houston para testificar contra su padre. La policía está asombrada de conocer finalmente a la niña que fue fundamental para resolver el caso.

• “Tiffany abrió por completo todo este caso porque tuvo el coraje de levantarse y contárselo a la policía.”

La fiscalía apunta a la pena de muerte.

18 de enero de 2018. Anthony Shore es ejecutado por inyección letal.

• “Simplemente me sentí aliviada y algo sorprendida de que finalmente hubiera terminado.”

Lo que Tiffany tuvo que pasar no se disipó repentinamente después de la ejecución. Por el contrario, fue solo otro paso en su continuo viaje hacia la recuperación.

• “Me siento mucho más segura acerca de mi vida y de mí misma como individuo. Es un trabajo diario en progreso.”

Tiffany se muda a Arizona para criar a su propia hija como madre soltera. Ha trabajado como ayudante del sheriff y se unió a la Guardia Nacional Aérea, además de estudiar ciencias forenses. Ella quiere marcar la diferencia y espera arreglar el sistema desde dentro.

• “Sé que una persona no puede cambiar el mundo, pero creo que si más personas son conscientes de lo que sucede y más personas que se preocupan se incorporan lentamente al sistema, tal vez pueda mejorar. Y la única forma de hacerlo es intentarlo.”