Un fin de semana perfecto que se convirtió en una pesadilla: La misteriosa desaparición de una pareja en la Sierra Tarahumara
En el corazón de la Sierra Tarahumara, donde los bosques de pino y encino susurran historias antiguas y los arroyos cantan melodías milenarias, una historia de amor se desvaneció en el aire. Evan y Marissa Cole, una pareja de la Ciudad de México que buscaba un respiro de la agitada vida de la capital, se embarcaron en lo que creían que sería una idílica escapada de fin de semana. El destino: un campamento solitario a orillas del río Fuerte. Lo que encontraron, sin embargo, no fue la paz que anhelaban, sino un misterio que ha mantenido en vilo a todo el estado de Chihuahua durante cuatro largos años.
Era junio de 2019. El calor del verano apenas comenzaba a calentar el aire, y los Cole, con sus dos perros y un espíritu aventurero, se dirigieron al noreste de la Ciudad de México. A unas 75 millas de la capital, encontraron el lugar perfecto: un claro apartado y poco frecuentado, un verdadero tesoro en una región donde las reservas de camping se agotan con meses de antelación. Todo estaba listo para un fin de semana perfecto.
El primer día transcurrió como lo habían planeado. Rieron, charlaron y se acurrucaron alrededor de una fogata bajo un cielo estrellado. La calma de la noche se interrumpió al día siguiente con la llegada de una tormenta inesperada. Se refugiaron en su tienda de campaña, esperando que pasara. Y lo hizo. La tarde se despejó, revelando un cielo azul brillante. Fue entonces cuando la pareja decidió aprovechar la tregua del clima y salieron a caminar con sus perros por la orilla del río. Nadie podía imaginar que esta simple caminata sería la última vez que alguien los vería.
Un grito desgarrador, una mujer que presenció la escena desde otro campamento a lo lejos, fue la primera señal de que algo estaba terriblemente mal. Un grito tan agudo que cruzó el valle. La testigo pensó que era el grito de alguien que había sido mordido por una serpiente o que se había herido. Lo que vio a continuación fue una escena aún más inquietante: un hombre, con un hacha en la mano, corriendo hacia su camioneta y gritando el nombre de su esposa. Se fue a toda velocidad, pero regresó minutos después. Con él, una mujer, visiblemente alterada, subió al asiento del pasajero y se marcharon juntos en la camioneta.
La testigo no le dio más vueltas al asunto hasta más tarde esa noche, cuando vio la tienda de los Cole rasgada a orillas del río, pero los perros habían desaparecido. Aún más desconcertante era el hecho de que no había ni rastro de los Cole. Cuando no se presentaron al trabajo al día siguiente, sus amigos y familiares comenzaron a preocuparse. Evan era un médico de urgencias muy solicitado en un hospital de la Ciudad de México, y Marissa, una enfermera. Ninguno de los dos faltaría al trabajo sin avisar, y mucho menos se irían sin sus perros, a quienes consideraban parte de su familia.
Al no recibir noticias, sus amigos comenzaron la búsqueda, publicando fotos y mensajes en redes sociales para pedir ayuda. El martes, la policía fue finalmente notificada. El investigador principal, el agente de la policía estatal de Chihuahua, Keith Liry, comentó que los amigos de la pareja le habían dicho que habían tenido una pequeña discusión de pareja de camino al campamento, pero nada fuera de lo común. El agente Liry lo consideró algo normal y nada que hiciera pensar que no se presentarían a trabajar el martes.
Cuando los oficiales llegaron al lugar el miércoles, la escena era inquietante. La camioneta Toyota Tacoma plateada de la pareja estaba estacionada cerca del río. La tienda de campaña estaba desgarrada en el suelo, y un hacha descansaba contra la cubierta. La comida estaba servida en la mesa de pícnic: una bolsa de patatas a medio comer, una caja de avena y una botella de vino. Sus dos perros, un golden doodle y un border collie, habían desaparecido. Cerca del lugar, encontraron lo que parecía ser un rastro de sangre que iba de la tienda a la camioneta. Pero las pruebas forenses confirmaron que no era sangre humana. La sangre era de ciervo, probablemente de un animal atropellado por un coche. Pero un detalle no cuadraba: el llavero con la tarjeta de identificación del hospital de Evan, la que le daba acceso al lugar de trabajo, estaba en el suelo. ¿Por qué la habría dejado atrás? ¿Sabía que algo terrible iba a suceder?
A medida que los días se convirtieron en semanas, la búsqueda se intensificó. La policía y voluntarios peinaron la densa vegetación del lugar, buscando a la pareja. Los buzos exploraron el agua, los helicópteros sobrevolaron la zona, pero los Cole seguían sin aparecer. El caso se fue enfriando. Había poca evidencia física con la que trabajar, y no había sospechosos obvios. Los amigos y familiares se negaron a creer que la pareja había abandonado a sus perros o que se habían fugado. Su matrimonio no era perfecto, pero tampoco estaba en crisis. La hermana de Evan, April Markham, declaró a la prensa que su hermano nunca dejaría a su esposa o a sus perros. “No tiene sentido”, dijo. “Si hubiera habido un problema, él se habría encargado de resolverlo”.
El caso estuvo en punto muerto durante cuatro años. Pero esta última semana, la policía anunció un avance sorprendente. Aunque no han resuelto el caso, han identificado a una persona de interés: un hombre llamado Joshua West. West no tiene antecedentes penales ni historial de violencia. Es un contratista local que tiene una cabaña a pocas millas de la escena del crimen. Y, crucialmente, fue la última persona en ser vista con los Cole. Un amigo de Marissa, mientras revisaba viejas publicaciones en las redes sociales, encontró una foto de Marissa y Evan con Joshua en la boda de un amigo en común en 2018. Se puso en contacto con ese amigo para preguntarle si recordaba algo inusual sobre Joshua.
Aunque no hubo nada incriminatorio en la conversación, la policía consideró esta información útil. Los condujo a la cabaña de Joshua. Allí, encontraron algo crucial. Una pieza de evidencia forense que vincula a la persona de interés directamente con la escena del crimen. La policía no ha revelado la naturaleza exacta de la evidencia, si se trata de ADN, huellas dactilares o algo más. Lo que sí han revelado es que ahora están pidiendo la ayuda del público. Si alguien tiene información sobre Joshua West, si lo ha visto desde junio de 2019 o sabe dónde podría estar ahora, se le insta a que se ponga en contacto con las autoridades.
Para la familia Cole, la noticia de este avance ha traído una avalancha de emociones. “Ha pasado mucho tiempo”, dijo el hermano de Evan, Aaron. “Pero nunca hemos perdido la esperanza. Siempre hemos esperado que algún día obtuviéramos respuestas”.
Este caso seguirá en desarrollo.