El viento de noviembre azotaba la azotea de un rascacielos en Manhattan cuando la historia de Victoria Sterling cambió para siempre. Con apenas 27 años, Sterling ya había hecho historia como la CEO más joven de una compañía Fortune 500, construyendo un imperio valorado en más de 2 mil millones de dólares. Aquel día, se dirigía con paso firme hacia su helicóptero privado para volar a Chicago, donde la esperaba una reunión decisiva.
Todo parecía rutinario hasta que una figura inesperada apareció en el helipuerto: un trabajador de mantenimiento con su hija de siete años. La niña, llamada Sophie, interrumpió el protocolo con una frase helada: “Tu helicóptero va a explotar”.
La seguridad intentó apartarlos, convencida de que se trataba de una escena absurda, pero Sophie insistió. Con voz temblorosa, detalló un fallo invisible en la línea de combustible del motor izquierdo y comenzó una cuenta regresiva: 73 segundos. Nadie la tomó en serio. Nadie, excepto Victoria, que sintió en su interior una chispa de duda.
Contra toda lógica, justo cuando estaba a punto de abordar, Sterling retrocedió. Segundos después, el helicóptero sufrió un fallo crítico que habría sido fatal en pleno vuelo. Los ingenieros confirmaron lo imposible: la niña tenía razón.
Lo que siguió fue aún más inquietante. Victoria descubrió que Sophie no era una niña cualquiera. Tras la muerte de su madre, había comenzado a tener visiones, advertencias precisas sobre accidentes y desastres. Su padre, Michael Chen, un exfísico que trabajaba de forma discreta como técnico en Sterling Industries, había intentado protegerla del escrutinio público. Sophie había predicho un choque de autobús, una explosión de gas e incluso un colapso de grúa antes de que ocurrieran. Nunca fallaba.
Pero la advertencia a Victoria iba más allá de un accidente. En su apartamento en Queens, Sophie reveló algo aún más escalofriante: una fecha marcada en sus dibujos, el 15 de diciembre. Según sus visiones, ese día edificios caerían, cientos de personas morirían, y todo estaría conectado con la propia Victoria. En sus sueños aparecía un objeto extraño, un viejo cajón musical, y una sombra que vigilaba a la empresaria desde hace tiempo.
El misterio se intensificó cuando la investigación de un detective privado reveló un secreto oculto en el pasado de la propia Sterling. Registros médicos perdidos, memorias fragmentadas y una verdad que parecía atada a la misma fecha que Sophie repetía. La CEO que había vivido su vida basándose en datos, lógica y control se encontraba ahora atrapada en un rompecabezas donde las cifras de Wall Street ya no servían de nada.
La niña de siete años se convirtió en su inesperada salvadora y, al mismo tiempo, en la clave de un enigma que amenaza con cambiar el destino no solo de Victoria, sino de cientos de personas en Nueva York.
Lo que queda en el aire es una pregunta que resuena con fuerza: ¿es Sophie un milagro, una maldición o la voz de algo mucho más grande? Y lo más inquietante: ¿qué ocurrirá realmente el 15 de diciembre?
Victoria Sterling, acostumbrada a controlar cada aspecto de su imperio, enfrenta ahora la prueba más grande de su vida. Un misterio que ni el poder ni el dinero pueden resolver, y cuyo desenlace podría alterar el curso de la historia.