El misterio de Alex Carter: el hombre hallado dentro de un árbol en Redwood

En otoño de 2019, la vida de Alex Carter, un administrador de sistemas de Sacramento de 32 años, dio un giro inesperado y aterrador. Lo que comenzó como una escapada tranquila para capturar fotografías de los imponentes sequoias de Redwood National Park terminó convirtiéndose en uno de los enigmas más espeluznantes de los últimos años.

Alex no era un aventurero temerario. Llevaba una vida sencilla y rutinaria, sin enemigos ni deudas. Su única pasión era la fotografía de paisajes, especialmente con drones, lo que lo llevaba a buscar lugares remotos y escenarios naturales únicos. Redwood, con sus gigantes milenarios, estaba en lo más alto de su lista de destinos. Planificó cada detalle del viaje, desde el mapa de rutas hasta la prueba de su equipo. Todo estaba bajo control.

La mañana de su desaparición, Alex cumplió con un ritual familiar: llamar a su hermana Sarah. Le contó que el clima era perfecto y que se disponía a iniciar su ruta. Horas más tarde volvió a marcar, pero esta vez su voz sonaba extrañamente emocionada. Describió árboles de una magnitud indescriptible y mencionó algo que se convertiría en la clave del caso: había encontrado una especie de embudo en la base de un árbol y quería explorarlo. Fue lo último que dijo antes de que la señal se perdiera para siempre.

Cuando no regresó al motel, su hermana dio la alarma. Los guardabosques encontraron su coche en el estacionamiento y comenzaron un operativo de búsqueda con helicópteros, perros rastreadores y voluntarios. Los canes siguieron el rastro por poco más de un kilómetro hasta detenerse bruscamente en un claro, como si el hombre se hubiese desvanecido en el aire. Ni un objeto, ni un rastro de lucha, ni restos de su pesado equipo fotográfico. Nada.

Durante días, la búsqueda se extendió sin éxito. La lluvia borró cualquier posible huella y el caso fue archivado como un accidente. Para las autoridades, Alex se convirtió en una estadística más. Para su familia, en una herida abierta que nunca cicatrizaba.

Tres años después, el destino devolvió la verdad, aunque no la paz. Un grupo de espeleólogos universitarios, liderados por el geólogo Aerys Thorne, exploraba una zona remota del parque cuando descubrieron algo inquietante: una cavidad en forma de embudo en la base de un sequoia milenario. El lugar coincidía con la descripción de Alex en su última llamada. Decidieron descender.

A cinco metros bajo tierra, atrapado en un espacio imposible, hallaron restos humanos. Un cráneo, vértebras y fragmentos de ropa azul encajaban con la descripción de Carter. Lo más perturbador: el cuerpo estaba aprisionado de forma vertical, como si hubiera sido tragado por el árbol. A su lado, los investigadores encontraron un pequeño objeto: una memoria USB.

La confirmación forense no dejó dudas. Los registros dentales correspondían a Alex Carter. La causa oficial de muerte: asfixia posicional. Alex había caído vivo en ese hueco, incapaz de respirar mientras el tronco lo comprimía. Sin embargo, el informe abrió más interrogantes de los que cerró.

¿Cómo había terminado allí? No había señales de lucha ni de ataque animal. Sus huesos mostraban daños compatibles con arrastre por un espacio estrecho, pero no había marcas de garras ni mordidas. Tampoco había rastro de su mochila, dron, teléfono o cámaras. Todo había desaparecido.

La memoria USB recuperada fue enviada a expertos. Pese a estar dañada por la humedad, lograron rescatar algunos archivos. Tres fotos difusas mostraban únicamente cortezas y tierra en primer plano, probablemente tomadas por accidente durante la caída. Nada más.

El hallazgo más perturbador surgió durante una segunda revisión forense: en el omóplato derecho de Alex había una incisión perfecta, limpia y milimétrica, que no correspondía ni a un cuchillo ni a un objeto natural. Algunos especialistas la compararon con un corte quirúrgico hecho con láser. ¿Qué hacía una marca de este tipo en el cuerpo de un hombre atrapado en un árbol en medio del bosque?

A pesar de estas anomalías, el caso fue cerrado oficialmente como un accidente. Para los archivos, Alex Carter murió al caer imprudentemente en un hueco natural. Para su familia y para quienes revisan los detalles, esa versión es insostenible.

¿Cómo desapareció sin dejar rastro en la superficie? ¿Por qué nunca se encontraron sus equipos? ¿Cómo pudo entrar voluntariamente en un espacio tan estrecho? ¿Quién o qué dejó esa misteriosa incisión en su cuerpo?

Las preguntas siguen abiertas y el caso se ha convertido en leyenda local. En Redwood, algunos visitantes hablan del “árbol que traga hombres”, mientras que otros aseguran que fue víctima de algo inexplicable que habita en las profundidades del bosque.

Alex Carter ya no es solo un nombre en un archivo policial. Es el protagonista de un misterio que desafía la lógica y que, años después, sigue atormentando a todo aquel que se atreve a mirar demasiado de cerca las sombras de los sequoias.

Related Posts

Our Privacy policy

https://tw.goc5.com - © 2025 News