El caso Nicholas Gray: la cámara perdida que reveló un secreto oscuro en Yellowstone

En los archivos de desapariciones sin resolver hay casos que parecen apagarse con el tiempo, hasta que un hallazgo inesperado los trae de vuelta con más fuerza que nunca. El de Nicholas Gray, un joven profesor de 28 años que desapareció en Yellowstone en 2017, es uno de ellos. Durante seis años, su historia quedó cubierta por el silencio. Pero en 2023, una cámara GoPro cubierta de barro cambió para siempre la versión oficial.

El inicio de la tragedia

Nicholas Gray no era un aventurero imprudente. Sus amigos lo describían como un hombre meticuloso, cauteloso y responsable. Amaba las caminatas solitarias porque eran su forma de recargar energías y conectar con la naturaleza. En septiembre de 2017 eligió el sendero Slow Creek en Yellowstone, una ruta remota pero no especialmente peligrosa, aunque habitada por osos grizzly y lobos.

Iba preparado: llevaba equipo moderno, provisiones para varios días, un localizador satelital y una GoPro para documentar el viaje. El 10 de septiembre envió un último mensaje a su hermana informando que había llegado bien a su primer campamento junto a un arroyo. Después de eso, nunca volvió a dar señales.

Un campamento intacto y un rastro imposible

La alarma se dio de inmediato. Al día siguiente, los guardaparques localizaron el campamento gracias a las coordenadas enviadas. Lo que encontraron desconcertó a todos: la tienda perfectamente armada, la comida colgada en un árbol sin tocar, pertenencias intactas, ni un signo de lucha, sangre o huellas de animales.

Solo había un detalle inquietante: a pocos metros de la tienda, un círculo perfecto de tierra aplastada. El suelo estaba tan compactado que parecía que algo muy pesado hubiera permanecido allí, de pie, durante horas, observando la tienda. Ninguna teoría de accidente o ataque animal podía explicar eso.

La búsqueda continuó semanas sin éxito. Sin ropa, sin rastros, sin el cuerpo de Nicholas. Solo una ausencia total. Lo único que faltaba en el campamento era su GoPro.

La cámara bajo las raíces

Seis años después, en 2023, el geólogo David Billings caminaba por la zona cuando tropezó con algo enterrado bajo un árbol: una vieja GoPro cubierta de barro. Al llegar a casa, extrajo la tarjeta de memoria y la insertó en su computadora. Para su sorpresa, aún contenía decenas de grabaciones.

Al principio eran escenas normales: Nicholas sonriendo en el sendero, filmando bisontes, montañas, arroyos. Luego, preparando su tienda y cenando tranquilamente. Nada extraño. Pero el último archivo, grabado pasada la medianoche, lo cambió todo.

La grabación prohibida

El video mostraba la tienda desde unos metros de distancia, grabada en la penumbra. Durante los primeros minutos, nada pasaba. Hasta que un crujido de ramas rompió el silencio y los grillos callaron de golpe.

De entre los árboles emergió una figura. Alta, demasiado alta. Sus brazos colgaban hasta las rodillas, sus pasos eran silenciosos, fluidos, casi inhumanos. No era un oso, no era un hombre. Era una silueta oscura que se detuvo exactamente en el mismo lugar donde años atrás los guardaparques habían hallado el círculo de tierra pisoteada.

El ser permaneció inmóvil, mirando la tienda por largos minutos. Luego, al oír un leve movimiento dentro, corrió con una rapidez imposible y en segundos se abalanzó sobre la tienda. El último cuadro muestra una masa oscura cubriendo la cámara antes de que todo quedara en negro.

David Billings quedó petrificado. Había visto los últimos momentos de Nicholas Gray y algo que no debía existir.

El silencio oficial

Al entregar la cámara a la oficina del sheriff local, pronto el caso pasó a manos del FBI. Agentes serios y educados confiscaron no solo la cámara y la tarjeta, sino también la computadora personal de Billings. Le hicieron firmar un acuerdo de confidencialidad y borraron todo rastro del archivo.

A la familia Gray les dijeron otra cosa: que la tarjeta estaba dañada, que solo habían recuperado imágenes de paisajes y que el accidente había sido lo más probable. Les negaron la devolución de la cámara. Una mentira cruel que cerró el caso oficialmente como un simple accidente.

La filtración inesperada

Durante meses, David vivió en silencio, atormentado por lo que había visto. Pero no fue él quien rompió el secreto. Un alguacil del condado, que había visto la grabación antes de que el FBI la confiscara, decidió actuar. De manera anónima, subió a un foro especializado una imagen estabilizada y mejorada: la silueta detrás de la tienda, con los brazos anormalmente largos, acechando en la oscuridad.

Aunque al principio pasó desapercibida, la foto comenzó a circular y a levantar sospechas. Era la prueba de que el caso nunca había sido lo que las autoridades contaron.

El misterio continúa

La desaparición de Nicholas Gray ya no es solo un caso trágico. Es también la historia de un encubrimiento. Una verdad que se intentó enterrar bajo informes oficiales y acuerdos de confidencialidad.

Para la familia, la herida sigue abierta. Para quienes han visto la filtración, el miedo crece: ¿qué acecha en los bosques de Yellowstone? ¿Qué fue lo que observó durante horas a Nicholas antes de desaparecerlo sin dejar rastro?

El hallazgo de la cámara resolvió el misterio original, pero al mismo tiempo abrió otro aún más inquietante: el de un secreto demasiado oscuro para ser compartido.

Related Posts

Our Privacy policy

https://tw.goc5.com - © 2025 News